Farming Simulator 15 de Giants Software ha llegado. El desarrollador ha invertido el dinero obtenido con las versiones anteriores en un nuevo motor gráfico y de física. Los simuladores anteriores eran muy sosos, con entornos tan realistas como los decorados de películas baratas... Vamos a ver si Farming Simulator 15 es todo lo que se prometió que sería.
Más vehículos y actividades, entornos más grandes
Para empezar, puedes escoger en qué lugar empezar tu granja entre dos ubicaciones distintas: Westbridge Hille en Estados Unidos o Bjornholm en Suecia. De los dos, seguramente Bjornholm sea el más bonito. El juego comienza con un tutorial opcional que te enseña los controles básicos y los trabajos habituales de una granja: cosechar, arar, sembrar, etc. Cuando ya tienes los procesos básicos dominados, te toca iniciar tu propia granja.
La idea de Farming Simulator es labrar la tierra, ganar dinero e invertirlo en más campos y máquinas para poder realizar más tareas, ganar más y seguir expandiéndote. Podrás cultivar, recoger y vender la cosecha, criar animales y realizar otras actividades como la explotación forestal. Farming Simulator 15 presume de tener más equipamientos y vehículos, que se pueden comprar en la tienda del juego cuando ganas dinero.
La esencia no cambia
Aunque hay actividades nuevas como la tala de árboles, la esencia de Farming Simulator 15 no ha cambiado. El nuevo motor de física es mejor, pero no mucho. Los vehículos se guían fácilmente y los controles adicionales que necesitas para cada función se muestran de forma dinámica justo cuando los necesitas. En el mapa no hay mucha información y se puede ver en pequeño o en grande. Se podría mejorar con una vista al estilo de un GPS moderno y se podría diseñar mejor para mostrarte, por ejemplo, en qué campo te encuentras en ese momento.
Si vas por las granjas, verás que son más “vivas” que en 2013, con más movimiento de coches y personas. Sin embargo, este efecto no dura mucho. Los peatones no intentan evitarte, son como fantasmas, y los puedes atravesar sin efecto alguno. En cambio, los vehículos son objetos imparables, y si topas contra ellos con tu equipamiento agrícola solo notarás un pequeño rebote. Ninguno de los tractores o coches muestra ningún daño, ni gráfico ni de otro tipo. Si tienes mala suerte y tu vehículo vuelca, no le va a pasar nada. Y si llegas al borde del mapa, te topas contra una pared invisible como la del Show de Truman.
Los tractores se han hecho un lifting
No hay mucho que decir del sonido. Hay efectos de sonido y algún ruido del entorno agrícola que están bien, pero nada muy especial.
Los gráficos, con el nuevo motor, son otra cosa. Los vehículos se ven bien, con más detalles y con una animación mejorada. El entorno también es más detallado, con hierba que se mueve con el viento, cascadas y árboles que ya no parecen estar hechos con un trozo de cartón y pintura. Pero, por más que se vea todo mejor que en Farming Simulator 2013, no se llega al mismo nivel que otros videojuegos actuales. El entorno aún está muy muerto y la física de los coches no es muy realista.
Nueva apariencia, mismo simulador
Los gráficos y la física son mejores, pero nada fantástico. El entorno es más grande y más bonito, pero el estilo de juego no ha variado mucho. Los fans de la saga estarán contentos con el simulador mejorado y actualizado, pero no conseguirá convertir a gente nueva. Por supuesto, con la comunidad tan entusiasta que hay detrás y gracias a los modos que se pueden descargar e instalar, Farming Simulator 15 tendrá una larga.
En general, los tan anunciados gráficos nuevos parecen una oportunidad perdida para mejorar el simulador, que no ha cambiado casi nada.
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